[#32] 13 lecciones sobre Visibilidad, Asertividad y Resiliencia para mujeres profesionales
Este año he trabajado en el desarrollo de la visibilidad estratégica y la asertividad como habilidades esenciales para mujeres profesionales. Lo hice porque sé, basada en mi experiencia e historia, lo desafiante que es construir una visibilidad sostenida y comunicar con claridad y confianza.
Me ha tomado años superar el miedo, las dudas y la sensación de no ser suficiente en áreas clave para mi desarrollo personal y profesional. Pero avanzar, incluso con el miedo a cuestas, está transformando mi vida, mi negocio y mi reputación.
Hoy escribo para ti 13 lecciones que considero fundamentales. Estoy convencida de que muchas de nosotras las compartimos y que cuando las nombramos podemos transformarnos para vivir la vida en nuestros propios términos.
Te invito a leerlas y a reflexionar sobre ellas. Pero antes, te quiero hablar sobre tu voz.
El poder de tu voz es real
Pero corres el riesgo de no despertarla y darle el lugar que merece en el desarrollo de tu vida, tus relaciones y tus metas, si no entiendes las sutiles fibras de las que está hecha la cultura global en la que tu y yo nos movemos.
Ser visible y asertiva, es un juego interno. Que empieza porque tú escuches y le des cabida a tu propia voz.
Sin embargo, es difícil diferenciar qué partes de tu voz son solo tuyas y cuáles son voces externas que, aunque se sienten como propias, vienen de la educación y socialización que recibiste.
Reconocer la diferencia, es tu trabajo más importante. Porque es lo que te permitirá tener claridad de cómo quieres manejar tu vida y tus proyectos.
Es tu responsabilidad desarrollar la resiliencia de ir a tu laberinto personal y reencontrarte contigo misma en el camino, recoger las piezas y volver al mundo a escuchar cada vez más tu voz y no la de los demás.
Es tu camino.
Es tu decisión.
Vamos a las Lecciones:
1. La Visibilidad sigue sintiéndose como una amenaza en el inconsciente de muchas mujeres
Ser vistas y valoradas es un deseo natural para cualquier mujer. Y aunque sabemos que necesitamos destacar para crecer, el miedo al juicio, al rechazo o a no ser “suficiente” sigue presente en muchas. Ese temor inconsciente afecta nuestra capacidad para liderar, construir una reputación sólida y avanzar profesionalmente.
Reconocer ese miedo es el primer paso para superarlo.
2. Los estereotipos limitan nuestro avance
El sistema económico y cultural dominante sigue, por inercia y conveniencia, reforzando estereotipos que nos dejan en desventaja para acceder a posiciones de liderazgo y recibir un salario justo y equitativo. Y que, además, penaliza a las mujeres profesionales que deciden convertirse en madres e intentan balancear ambos roles.
Estos y otros patrones de pensamiento no van a desaparecer fácilmente. Pero es importante reconocerlos, tanto en nosotras como en los demás, para abordarlos y cambiarlos.
3. Sanar esos patrones es pieza clave para el cambio
Llevamos dentro (en el inconsciente) ideas acerca de los roles asignados tradicionalmente a las mujeres, ideas como:
Tu papel más importante es cuidar.
Estas para colaborar, no para liderar.
Eres valiosa sólo si ayudas a los demás.
Te realizas solo si te conviertes en madre.
Eres la responsable de la estabilidad emocional de tu familia.
Esas y otras creencias nos inducen a responder de maneras predeterminadas a las oportunidades y a nuestros proyectos.
Porque, aunque hacemos el trabajo de poner en el mundo nuestras ideas y avanzamos intentando nuevas formas, existe una fuerza invisible que, muchas veces, nos retiene y nos devuelve al mismo lugar del que se supone nunca nos debimos haber movido.
Esas fuerzas viven dentro de nosotras y en el entorno.
Sanar esos patrones desde dentro, es esencial para ser parte del cambio y dejar de alimentar esas ideas que han creado un muro imaginario que bloquea nuestras posibilidades.
4. El hábito clave: quedarse en la incomodidad de las emociones desafiantes
La resiliencia emocional se fortalece cuando aprendes a quedarte en la incomodidad de las emociones intensas, sin huir ni reprimirlas.
Permitirte sentir tristeza, enojo y frustración sin reaccionar impulsivamente te facilita tomar mejores decisiones alineadas con tus objetivos.
Cuando lo haces, también entrenas a tu cerebro para tolerar la incertidumbre y el desafío, partes inevitables si deseas crecer en tu profesión o negocio y mejorar tus relaciones.
Tus emociones incómodas son una BRÚJULA que te muestran caminos y opciones, también te invitan a ser valiente y decidir estratégicamente para ti y tus objetivos
5. Reconocer privilegios y evitar juicios
Creer que por que “a mí no me pasó, entonces no es real” sin empatizar (entender) con las experiencias de otras mujeres, es el fundamento que sostiene la cultura que nos oprime y que tanto deseamos cambiar.
Reconocer nuestros privilegios en un mundo tan desigual (raza, educación, dinero, género, profesión, ubicación geográfica, etc.) es un acto de responsabilidad y solidaridad para millones de niñas y mujeres que no tienen acceso a las mismas posibilidades que tu y yo sí hemos tenido.
Y aunque nuestras vidas, seguramente, no han sido un lecho de rosas, es muy probable —porque estamos frente a un móvil o computadora revisando estos temas— que hayamos tenido acceso a mejor educación y oportunidades que millones de mujeres a nuestro alrededor.
Entender que nuestra experiencia es nuestra y solo nuestra y que no podemos aplicarla a todas por igual, reducirá el juicio innecesario y no solicitado que solemos poner sobre otras mujeres porque no actuaron como creemos que deberían haberlo hecho
6. No nos corresponde sanar la masculinidad tóxica
Ninguna mujer es responsable de reparar los daños que la cultura dominante ha causado también en los hombres.
Tu trabajo y mi trabajo más importante, es sanarnos a nosotras mismas.
Es desde un lugar de sanidad personal, que vamos convirtiéndonos cada día en mejores líderes, mujeres, parejas, madres
7. Establecer y comunicar límites claros
Es hora de dejar de sentir culpa por comunicar asertivamente límites a nuestras parejas, jefes o compañeros.
Ya es tiempo de dejar de admirar a los hombres por hacer lo mínimo en casa.
Son precisamente esos límites, que comunicamos a parejas, jefes, compañeros, subalternos, hijos, los que les facilitarán revisar desde qué lugar están desarrollando su vida y sus relaciones; si desean o no ser parte de la vida de sus hijas e hijos o continuar con el rol agotador y castrante de “ser sólo proveedores materiales”.
El cuidado y las responsabilidades compartidas no son un favor; son parte de un compromiso equitativo
8. Dejar de buscar validación externa
Nadie vendrá a “rescatarte” o a “descubrirte.”
Es tu responsabilidad:
Visibilizar tus logros
Usar el poder de tu voz
Reconocer tu propio valor y
Tomar tu lugar en el mundo
La validación más importante siempre debe venir de ti misma
Es vital que desarrolles la capacidad de:
Proveerte a ti misma tus necesidades emocionales de autoestima y amor propio
De confiar en tu experiencia y en tu capacidad para avanzar hacia tus metas
Este es una acto de auto liderazgo, de una mujer adulta que se ama y que decide por ella misma vivir la vida en sus propios términos.
Para que otros te valoren y admiren, necesitas valorarte y admirarte tu primero
9. La multitarea está acabando con nosotras
Nos enseñaron a ser todo para todos, a sacrificar nuestros sueños y metas, a creer que podemos mantener el control sobre la vida de los demás y de nuestro entorno.
Pero esa idea de control, que además es imposible de conseguir, nos agota mental y emocionalmente.
Esa “necesidad” de estar siempre disponible y de resolver todo para los demás, es, en el fondo, una búsqueda de validación y de amor por lo que hacemos y no por lo que en realidad somos.
Y si lo pensamos detenidamente, esa exigencia irreal nos mantiene enojadas y frustradas.
Recuperar tu tiempo y tu energía para lo que realmente te importa, es un acto de Amor Propio
10. ¿Ocupada hasta el agotamiento? ¿De qué estás huyendo?
Estar eternamente ocupadas, sintiéndonos relevantes por tener la “agenda llena”, suele ser una forma de huir del dolor y la insatisfacción. Una manera de evitar enfrentarnos con la realidad y de tener que tomar decisiones.
Muchas se hacen adictas al estrés y la ocupación extrema. También, a estar desconectadas de su cuerpo y de lo que sienten en un intento por evitar enfrentar el dolor o la realidad de una situación o relación que no da para más.
Cuando te detienes es que puedes sentir, observar, reflexionar y también calmarte para tomar mejores decisiones
11. Juzgar a los demás refleja nuestras propias inseguridades
Cuando juzgamos y criticamos a otras personas, estamos proyectando nuestra propia ansiedad sobre no sentirnos suficiente o no hacer lo suficiente.
Reconocerlo nos permite cambiar el juicio por compasión, tanto hacia nosotras mismas como hacia los demás
12. La vida es dolor y belleza
El dolor y la felicidad son dos caras de la misma moneda, y ambos son esenciales para nuestro crecimiento.
Aceptar este contrato con la vida nos permite vivir con más paz y plenitud.
La vida nunca será completamente fácil ni completamente difícil
13. Resiliencia, un ejercicio diario y para siempre
La resiliencia es un músculo mental y emocional que se desarrolla con la vida misma.
Es la posibilidad de levantarnos, cada vez más fuertes, de los desafíos, las tristezas, enfermedades y dolores que son parte de la vida.
Las personas traemos esta habilidad en potencia, pero llegamos a desarrollarla si:
Vivimos conscientemente cada desafío
Si nos detenemos a reconocer las lecciones en cada tropiezo
Si confiamos en que, de alguna manera, encontraremos una solución
Abrazar la posibilidad de levantarte cada vez más fuerte, es lo que te permite, con el tiempo, llamarte a ti misma RESILIENTE
El proceso de la vida
Hoy, quiero invitarte a que reconozcas que la visibilidad, la asertividad y la resiliencia son habilidades que cultivamos con práctica, paciencia y autocompasión.
Al liderarnos a nosotras mismas con estas herramientas, creamos el cambio que queremos ver, tanto en nuestras vidas como en el mundo que nos rodea.
¿Cuál de ellas quieres desarrollar en el próximo período que está a punto de iniciar?
Puedo acompañarte con mis programas D.I.V.A. VOICE y Asertiva. Si quieres explorar cómo podemos trabajar juntas, agenda una sesión de expansión AQUÍ